Letras y Cuentos de mi Sangre: septiembre 2007

domingo, 30 de septiembre de 2007

El niño del portal


En una noche de invierno junto al portal guarecido
Encontré a un niño pequeño muerto de hambre y de frío.
“Una moneda, por Dios” fueron las palabras del niño.
“Hoy nadie me ha dado nada, soy huérfano y no tengo a nadie,
Y mi casa es el camino”.
Se me cerró la garganta, sentí opresión en el pecho,
Quedé en silencio sumido
Y mil ideas hilvanaban todas juntas mis sentidos.
No sé qué tiempo pasó, tiempo es medición de vida,
De alegría, sufrimientos, de verdades y mentiras,
Y cuando el tiempo nos marca del mundo sus herejías,
Es un tiempo sin valor, no tiene objeto la vida.
Pensé con dolor profundo, es triste a veces el destino.
Dios, tú que eres la bondad, cómo abandonas a un niño.
¿Cómo te llamas? Le dije
Contestó “no tengo nombre, señor,
Yo no conocí a mis padres, tampoco dónde he nacido”.
Con sentimiento profundo, con el alma dolorida,
Para mirarlo a la cara me lo llevé hasta la esquina.
El reflejo que emanaba de una lámpara encendida
Me mostró de sus ojos la cruel verdad de la vida.
Pensé al mirar esos ojos llenos de odio y dolor
¡Qué triste estrella te guía!
Cómo pretender no exista tanto odio, tanto rencor,
Si a veces el cruel destino sólo nos da lo peor.
Se me nublaba la vista, pensé en todo lo peor,
Y mis hijos en mi mente bailaban en derredor.
Destino, triste destino, qué injusto, ¿a dónde vas?
¡Que nunca a uno de mis hijos lo puedan así encontrar!
Pensé, si en mi casa cabe, si la vida nos dio dos,
Aún nos quede un lugarcito para prodigar este amor.
Pasó el tiempo, el tiempo vuela y en casa encontró calor.
Fue un hijo más que nos llenó de alegría y le dimos nuestro amor.
Carlos Alejandro es el nombre de nuestro hijo mayor,
Carlos Ernesto, el segundo y, sin hacer diferencias,
Le pusimos como nombre Carlos Alberto, el que hoy
Nos ha dado la alegría, nos ha dado la emoción
De poner frente a la puerta de la casa que le dimos
Chapa de bronce que ostenta, bajo nombre y apellido,
El título de Doctor.
29 de enero de 1972

Para mis hijos


En un día muy distante de este día
Y en un lugar distante, muy distante,
Quizá, hijos míos, recorráis mis páginas
Sin que pueda encontrarme yo delante.
Yo no quiero que así sea, os aseguro,
Mi ideal es guiarles de la mano,
Allanarles el camino de la vida
Y que seamos los tres, cual tres hermanos.
Mas no siempre los deseos se realizan,
No siempre los proyectos se concretan,
Muchas veces se esfuma en el espacio
La mejor intención y la más bella.
Pero si es que no puedo estar, si estoy ausente,
Sea cualquiera el lugar donde me halle,
He de estar con ustedes igualmente
Aunque ustedes no escuchen mi palabra.
Yo quisiera que Dios me prodigara
La ternura infinita del poeta
Y volcar para ustedes en los versos
Las más lindas palabras, las más bellas,
Las que puedan llegar a vuestras almas.
Y si aún ellas se encuentran indefensas,
Resguardarlas cual coraza protectora
Del viento, la marea y la tormenta.
Yo quisiera que Dios me prodigara
Aunque fuese tan sólo un instante
Como gracia postrera de la vida,
La virtud de escribir para vosotros
Aquellos pensamientos que se anidan
A veces en mi alma tormentosa.
Y que creo quizá les serviría
Como arma infalible, portentosa,
En los arduos camino de la vida.
Es difícil a veces, hijos míos,
Conducir el barco en las encrespadas olas,
Cualquier indecisión en el comando
Puede estrellarnos contra afiladas rocas,
Un golpe de timón mal dirigido
Puede hacernos heridas peligrosas,
Que sin herirnos de muerte, igual nos matan
Porque se hacen heridas venenosas.
Por eso es necesario, es inminente,
Saber lo que queréis y a donde vais,
Dar un paso adelante, equivocado,
A veces puede resultar fatal,
Y por más que existe el retroceso,
No podemos volvernos para atrás,
La conciencia que puede lastimarse
Suele ser muy difícil de curar.
Evitemos entonces lastimarnos
Y evitemos también el lastimar.
La conciencia transformada en enemigos
No prodiga descanso, calma y paz
Y vive atormentando, mientras vive,
Cualquier instante de felicidad.
Tratad de comprender al semejante,
Tended la mano al que caído está,
No empujéis con el pie al que vacila
Ni despreciéis al que ha pecado ya;
Todos, mis hijos, por un mandato expreso,
Nacemos llenos de virginidad,
Luego la vida por circunstancias mismas
Suele quitarnos más de lo que da.
Y si nadie se acerca a cobijarnos
Seguiremos pecando en el pecar.

11 de noviembre de 1967

jueves, 27 de septiembre de 2007

TU RECUERDO

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Ayúdame, Señor

Ilumina a mi alma atormentada,
Sólo encuentro un camino.
Ayúdame, Señor, te lo suplico,
En nombre de mis hijos.
Dios, tu Padre inmortal
Te ha precisado,
Tú de Él también necesitaste,
Por eso el sacrificio que Tú has hecho
En nombre de tu Padre.
Yo sé también que los pequeños míos
Necesitan de mí,
Mas sólo puedes con milagro infinito
Lograr que pueda,
Mustia y helada el alma, vivir así.
Ayúdame, Señor, te lo suplico,
Para poder seguir
En el lugar que quieras o precises,
No te olvides de mí.

14 de marzo de 1972

martes, 25 de septiembre de 2007

Tú me llamas

Tú me llamas en la noche por teléfono
Cuando junto a mí, amor, te estoy soñando,
Cuando en el cielo celeste se refleja la palidez de la luna
Iluminando el camino feliz para el poeta,
Que en el silencio de la noche te está amando.
Tú me llamas y entonces me despiertas.
Tú me llamas y entonces sufro tanto…
¡Qué distancia, amor, que nos separa!
Y qué corta es en mi sueño esa distancia.
Y sufro en mi soledad esa condena,
Mas sufro también, amor, si no me llamas.
Y si estás sufro, amor, porque estás cerca.
Y si no estás sufro, amor, porque me faltas.

18 de octubre de 1954

lunes, 24 de septiembre de 2007

Regresa

Que hará mi sueñito amado
Mientras yo lo estoy pensando.
¿Soñará sólo conmigo?
¿Quién pudiera adivinarlo?

Quién pudiera ser un pájaro
Para cruzar el espacio
Y poder junto a su vera
Con un canto despertarla.

Amada, mi dulce amor,
Dueña de cada mañana,
Regresa pronto, mi vida,
Que sin ti la luz se apaga.



9 de octubre de 1955

domingo, 23 de septiembre de 2007

Miremos adelante


Yo sé que es imposible vivir de los recuerdos
Y sé que no es posible pensar en lo pasado.
Miremos adelante que en este mundo bello
Existe un cielo inmenso de estrellas alfombrado.
A veces el Destino nos cruza en el camino,
Nos llena de esperanza, de ilusión y de fe,
Nos une y nos separa como el agua en el río,
Jugando, y sin saberlo destruye sin querer.
Dejemos lo pasado atrás como un recuerdo,
Como un sublime sueño que queda en la ilusión,
Miremos adelante que siempre hay un comienzo
De sueños, de esperanzas, de ilusión y de fe.
5 de noviembre de 1971

sábado, 22 de septiembre de 2007

Gitana



Gitana tienes la sangre,
Gitano tienes el cuerpo,
Gitana eres que embrujas
Y enloqueces en silencio.

Gitanas tienes las manos,
Gitanos tus ojos negros,
Gitana eres, mi vida,
Y de ti me siento preso.

Gitana tienes el alma,
Gitano es tu pensamiento,
Gitana eres, mi vida,
De bronce, de sol y fuego.

19 de octubre de 1954

viernes, 21 de septiembre de 2007

Nació una flor

María Julia querida,
Hace apenas treinta días, en una tarde de ilusión y de esperanzas, temblorosa el alma, confusas las ideas, pactábamos tú y yo, la eternidad y la pureza en el amor.
Un mes apenas, María Julia, y creo haber estado ligado a ti toda la vida; es que tú existías, María Julia, mi alma en su dolor lo presentía y no dejó de sufrir hasta encontrarte.
Hoy estás a mi lado, comienza así la Primavera y el perfume de las flores de este día es más lindo, es distinto, es más dulce; es que ha nacido entre las flores otra más hermosa y eres tú.
Tú, María Julia, tú que con tu gracia, con tu perfume y con tu amor, eres desde hoy para mi alma la única razón de mi esperanza.

Dios te ayude a cumplir con tu promesa,
Dios bendiga el hogar con que soñamos,
Yo te ofrezco las flores de mi alma,
Haz tú por cosecharla en tu regazo.
Dios proteja el amor que hemos jurado,
Dios no mate jamás esta esperanza.


21 de setiembre de 1960

jueves, 20 de septiembre de 2007

A nuestro cachorro “Colita”

El perrito bebé que compartió momentos con nosotros, pero que el Destino quiso separarnos.



Está dormido Colita y dormido está soñando.
¿Qué sueña, lindo cachorro, que dormido está ladrando?
¿Sueña acaso con su madre, sueña que estaba mamando
Y que alguien de la teta quiere por fuerza sacarlo?
¡Que no se acuerda ya de eso, que cree que no tuvo madre
Porque siendo muy pequeño de su lado la apartaron!
Pobre cachorro que en sueños, o va buscando a su madre,
O le está ladrando al amo que por una travesura
Hoy mismo le castigare.
Duerma, duérmase cachorro lindo,
Duerma tranquilo y descanse,
Que si debieron retarle, ha sido para enseñarle
Y mañana habrás de ser un hermoso perro grande
Que cuidarás de la casa, que jugarás con los niños
Y no habrá por qué pegarte.

19 de octubre de 1972

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Unos papeles

Llegaron a mis manos unos papeles
Y en ellos venía escrita una sentencia.
Unos papeles que con signos y con frases
Diagnosticaban en el futuro, una existencia.
Unos papeles que al leerles me darían
Confirmada una pena que es eterna.
Una pena que al herirnos en el alma
Por siempre ha de quedar, si el alma queda.
Y no obstante los recibí con calma,
No temblaron mis manos al tomarlos,
Ni mis ojos lloraron al leerlos.
Pero sentí cuando tuve que dejarlos
Que todo un mundo mío se quedó con ellos.

28 de marzo de 1950

martes, 18 de septiembre de 2007

No sé tú

No quiero


No quiero que te alejes nunca de mi lado,
Que ni siquiera piensen que pueden separarnos.
Hemos andado tanto que luego de encontrado
Este hermoso camino, sería un sacrificio
Tener que abandonarlo.

No pienses, pues no es cierto que no te pertenezco,
Bien sabes que son tuyas las horas de mi vida,
Que vivo y que me inspira tan sólo tu recuerdo
Y así están nuestras almas, perennes, confundidas.

Qué importa que vivamos un tanto separados,
Si luego al encontrarnos sabemos recobrar
La dicha que perdimos ayer al separarnos.

Y que sólo con vernos, tan sólo con soñarnos,
Vivimos en un mundo distinto, imaginario,
De donde nadie nunca nos podrá separar…

8 de abril de 1950

lunes, 17 de septiembre de 2007

Mi pena

Tengo en el alma una pena que me ahoga, que me mata.
Tengo en el alma una pena que no puedo más llevarla…
¿Qué origen mi pena tiene?
Déjame callarla y calla,
Que en el silencio, mi pena
La siento menos amarga.

23 de diciembre de 1952

domingo, 16 de septiembre de 2007

Yo quisiera

Yo quisiera alfombrar tu camino
Con pétalos blancos de rosa temprana,
Y con dulces gorjeos de alondra
Abrir tus pupilas todas las mañanas.

Yo quisiera con sándalo indio
Estampado con oro y con nácar
Ofrendarte muy rico abanico
Para perfumarte mientras te apantallas.

Yo quisiera ser rayo de luna
Y filtrarme por vuestra ventana
Para verte dormida en la noche
Sin que sepas que yo te mirara.

Yo quisiera ser gota de agua
Que tu sed alocada calmara,
Quiero ser, vida mía, tu sueño,
Quiero seas por siempre mi amada.
10 de diciembre de 1952

sábado, 15 de septiembre de 2007

Noche de luna llena


Oh, Luna, que con tus rayos quiebras
de la noche su oscuridad inmensa.
Tú que cubres de plata los caminos
Y en el agua orgullosa te reflejas,
Ilumina en el pecho a aquel que sufre,
Que su pena resulte menos negra.

Eterna viajera infatigable,
Que envías rayos de nácar a la tierra,
Que éstos sean de paz para los hombres
Y con signos de amor suplan sus penas,
Y que lleguen al alma y se reflejen
Evitando en el alma los tormentos.

3 de mayo de 1950

viernes, 14 de septiembre de 2007

El cuadro

Entre las hojas de un libro
Encontré una foto hermosa,
Un niño en brazos del padre
Que está acercando su boca.

Luego de estar junto a ella
Y de contemplarla un rato,
Me llené con los recuerdos,
Unos tristes y otros gratos.

Recordé tiempo pasado,
Los sufrimientos vividos,
La dicha que yo esperaba
Y, por último, ese niño.

Ese niño que llegó a llenarnos de cariño,
A ese niño a quien diste tus cuidados y tus mimos
Lo he colocado en un cuadro,
Pues él no se merecía estar adentro de un libro.

10 de marzo de 1968

jueves, 13 de septiembre de 2007

Con el alma vacía

Ya no tengo futuro que me aliente,
Hay un pasado que pesa encima mío,
Mi vida es la vida que se agota
Y mis lágrimas, caudal de lo sufrido.
Hoy me pregunto si seguir es lo correcto,
También pregunto si parar es cobardía,
Cuando muerta la fe no queda nada
Hay un oscuro horizonte que nos tira.
Sombras que tientan, silencios que se anidan,
Angustias crueles que en la noche invitan
A pensar, lo mismo que el poeta,
En el fin sin retorno de la vida.
Algún día quizá alguien me lea
Y podrá o no comprender esta agonía.
Yo que la vivo, la sufro y la tolero
Soy el único que puede decidirla.
Hasta cuándo, no sé, podré aguantarla,
Hasta cuándo, no sé, podré seguirla.
Busco fuerzas del fondo de mi alma
Pero a veces descubro, está vacía.
Yo creo en el Destino de los hombres,
Él es inexorable, rígido, frío.
Y a veces llega a un punto culminante
En que toda ambición es el vacío.
Y el vacío es silencio, oscuridad y calma,
Ansiedad absoluta de la nada,
Descansar con la mente y con el cuerpo
Y ya nunca jamás pensar en nada.

3 de Marzo de 1972

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Nuestro encuentro



Cuanto mas me voy a equivocar, yo no lo se
Si quizás me puedo estar equivocando otra vez
Cuantas cosas mas me quedan por cambiar
De toda mi amargura
Aceptar la historia de este nuestro encuentro
Es un gran locura.

Mi amor ya ven pronto, no resisto
Si tu no apareces, yo no existo,
No existo, no existo

Estoy triste entre la gente que
Hoy pasa por mi lado
La nostalgia de tenerte entre mis brazos
Es mas fuerte que mi llanto
Este sol enciende sobre mi
Un signo de esperanza
La ilusión que tengo de volverte a ver
Y el tiempo no me alcanza

Preciso acabar logo com isso
Preciso lembrar que eu existo
Que eu existo que eu existo

Luces, tiendas, coches por las calles
Se confunden en mi mente
Ya mi sombra esta cansada de seguirme
Y el día se muere lentamente
No me queda que volver de nuevo a casa
Y a mi triste vida
Y la vida que he querido darte a ti
Las has hecho migas enseguida

A mamá

Gracias, mamá, pues dentro de tu vientre,
Con tu sangre y dolor me diste vida,
Para que un día yo pueda retribuirte
Reconfortándote con mi amor y mi alegría.
Hoy perdóname las cosas que te hago,
Compréndeme, mamita, soy un niño
Que vivo pendiente de tu vida,
De tu afecto, tu trato y tu cariño.
Gracias, mamá, porque me diste vida,
Por todos los desvelos que te he dado,
Por todo el sacrificio que tú haces.
Te prometo, mamita, no olvidarte.

29 de mayo de 1969

martes, 11 de septiembre de 2007

Los misterios de la noche

Los caminos de la vida están llenos de misterios,
Están llenos de sorpresas, de lágrimas o alegrías,
De espinas, piedras o flores que muchas veces alegran.
Así fue que en el camino, en medio de sombras negras,
Apareció tu figura, frágil, sonriente, serena
Como el bello despertar de un sueño lleno de penas.
Feliz del hombre que pueda cobijarse dentro de ella.
La luna llena de oro, más hermosa que una perla,
Iluminará el camino y quizá halle en la huella
Una amiga como tú, con tu sonrisa perfecta,
Que en medio de su dulzura haga olvidar mi pena.
7 de noviembre de 1971

lunes, 10 de septiembre de 2007

El sueño


Soñé una vez que tenía
En un paraje divino
Una casa de madera,
Una alameda y un río.

Yo estaba solo en la tarde
Y contemplaba mi río.
Estaba con mis recuerdos,
Estaba solo y tranquilo.

De repente parecióme
Escuchar lejos un ruido,
Y pensé, será algún pez
Que está jugando en el río.

El ruido de aguas movidas
Aumentaba en su sonido,
Algo cortaba las aguas,
Algo se hundía en el río.

Y poco tiempo pasó,
Era cosa del Destino,
Para que tú te cruzaras
Frente a mí, bajando el río.

Tus ojos que se posaron
Serenos frente a los míos
Nos dijeron sin palabras
Tus deseos y los míos.

Luego, todo quedó en el secreto
Que juramos en el río;
No sé ni cómo te llamas,
No sabes el nombre mío.

No te he vuelto a encontrar más
En aquel lugar del río
Y he soñado muchas veces
Tratando de estar contigo.

14 de marzo de 1968

Carta a María Julia

Mi pequeña querida,
Dolorido y preocupado, desorientado en parte, he vivido largas horas angustiosas; en vano he esperado tu llamado y las 22 ya, no pudiendo esperar más, he procurado comunicarme contigo.
“La Señorita María Julia ha salido con la Señora y aún no han regresado”, esa fue la respuesta.
Mi pequeña querida,
¿Por qué me acostumbraste a estar tanto contigo, si ahora no haber podido más que cambiar contigo sólo un saludo, habría de condolerme tanto?
Sé que nos espera un camino de soledad largo y penoso. Tus estudios, a los que debes dedicarte con ahínco, no imponen un impasse inquebrantable, mas no obstante, deseo que en el futuro nuestras conversaciones telefónicas puedan ser para mí, un poco menos dolorosas.
Perdóname que te escriba lo que pienso y lo que siento, pero te he dicho siempre que procuremos unir en uno solo nuestros espíritus. Por ello, amor, te hago partícipe de mis estados anímicos y de los motivos que puedan originar estos estados.
Te quiero con todas las fuerzas más profundas de mi alma. He pasado todo el día viajando con el pensamiento puesto en ti y deseando llegar para llamarte. Conforme entré, fue lo primero que hice y fui tan inoportuno que sólo pude hablar contigo el tiempo de un saludo. Perdóname, mi amor, este comentario no es un reproche, sólo una válvula de escape para mis pobres sentimientos doloridos que hoy, ante un poco de incertidumbre, tiemblan temerosos de un mañana.
Tú hiciste para que te quiera así, tú fomentaste en mi vida desolada un torrente de amor para ti sola. Dios quiera nunca huyas despavorida temiendo ahogarte en la fuerza de este amor incontrolado.
Te pido perdón en esta noche que mi alma sufre la angustia de no verte.
Y le pido al Señor que aún en el sueño, me de sólo la gracia de quererte.
Quiero así, aún dormido, estar contigo hasta el último instante de mi muerte.
Tuyo,
Ernesto.
17 de octubre de 1960

sábado, 8 de septiembre de 2007

Yo busco un corazón

Yo busco un corazón que junto al mío
Conforme la belleza de lo Eterno.
Tengo ansias de amar y estoy vencido,
Tengo sed de ilusión y estoy muriendo.
Yo busco un corazón que me interprete,
Un corazón cálido y sencillo
Que sienta el calor de una caricia,
Que pueda comprender lo que es un mimo.
Yo busco un corazón que me acompañe,
Que por noble, por bueno sea mi amigo
Y con él formar un paraíso
Donde no quepa ni maldad ni el egoísmo.
Yo busco un corazón, quizá sea el tuyo,
Que desee vivir todo lo hermoso.
Yo busco un corazón para tenerlo
Cual la joya mejor, cual un tesoro.
Yo busco un corazón que en sus latidos
Exista calma, ilusión, deseos,
Que quiera un cielo de pureza lleno
Para formar con él un mundo nuevo.

27 de febrero de 1972

viernes, 7 de septiembre de 2007

A tus ojos


Cuando miro tus ojos tan oscuros,
Tan hondos, tan limpios, tan serenos,
Quedo absorto, confundido y tiemblo.
Y sin saber por qué, les tengo miedo.

¿Son ellos el reflejo de tu alma?
Acaso son la oscuridad desconocida,
O es acaso la verdad que no conozco,
Y que así aparece ante mi vida.

No sé, no sé qué poder hay en tus ojos
Que queriéndote decir cosas tan lindas,
Con sólo contemplarlos un instante,
Todo ya se me borra y se me olvida.

Benditos sean esos ojos tuyos
Capaces de curar estas heridas.

19 de mayo de 1968

jueves, 6 de septiembre de 2007

No sé si te merezco

No sé si te merezco, pero sé que te tengo,
Pero sé que te quiero y siento que me quieres,
Y sé que eres un ángel que le faltan las alas
Y que estar a tu lado es estar en el Cielo.
No sé si algo o si alguien podría separarnos
Pero te siento mía y habré de conquistarte.
Tus delicados modos y tus tiernas caricias
Son los signos tangibles en tu hermosa sonrisa.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

La espera

Qué problema tienes, mi linda pequeña,
Te estoy esperando pero tú no llegas,
El reloj indica que las horas pasan,
Y en vano yo espero mirando a la puerta.

Qué largo es el día, las horas qué muertas,
Qué triste es la casa si tú no te encuentras,
Y cómo quisiera correr a tu lado
Y de este amor loco poder darte cuenta.

¿Qué problema tienes mi linda pequeña,
Es que no quieres,
Es que no deseas estar a mi lado?

¡Es que no comprendes, Amor, que te quiero,
Y sin ti no puedo vivir
Ya ni un rato!

14 de enero de 1961

martes, 4 de septiembre de 2007

Cartas a mis hijos



A Carlos Ernesto
En la pieza grande del Hotel Ferreccio,
Donde pasamos los tres nuestros momentos,
Al ir sacando todo y dejarla vacía,
En un paquete viejo que fue de cigarrillos,
Encontré tus ahorros, ellos eran seis pesos.
Recordé muchas cosas en un corto momento,
Reviví tus proyectos, me acordé de tus sueños,
De lo que tú pensabas comprar,
En la casita para poner las flores, para tener carpetas,
Para que todo fuera más hermoso y más bello.
Yo guardé ese dinero y es para no gastarlo,
Lo tendré de recuerdo, pero en el nombre tuyo
Iré guardando pesos, para que un día puedas
Darle vida a tus sueños.


A Carlos Alejandro
Muchachito amoroso, compañero y amigo,
Espero que comprendas los versos que te escribo
Porque eres la esperanza de este futuro mío
Que siempre habrá de unirnos en todos los caminos.
La luz de tu sonrisa ilumina mi vida,
Tu palabra es un canto que produce energía,
E iré con tus recuerdos buscando soluciones
Que puedan producirte la dicha y la alegría.
Un día serás hombre y, cuando llegue el día,
Comprenderás entonces las cosas de la vida.
Que hoy esa cabecita ponga su fe y sus fuerzas
Con confianza en la Madre, que significa vida.
Con todo mi cariño y con todas mis fuerzas,
Con toda mi esperanza y con mi amor sincero,
Te envío esta poesía que nace porque eres
La luz que me ilumina para escribir mis versos.

(19 de octubre de 1972)

domingo, 2 de septiembre de 2007

Primera cita


Junto al ombú, María Julia, es nuestro primer encuentro;
Que el día se muestre claro, que el horizonte sea bello,
Que tus sueños y los míos como dos niños gemelos
Corran un valle de rosas, transitando sobre pétalos.
Eso, Amor, es lo que quiero,
A Dios hoy sólo le ruego
Para que juntos los dos, en un Paraíso Eterno,
Vivamos una ilusión, sin egoísmos, sin yerros.
Que perdure para siempre, como gloria de lo nuestro.
Por tus sueños de esperanzas, ofrézcote yo mis versos.

06 de agosto de 1960