Quise cuidar una flor Y me clavó sus espinas. Por salvar a un ser enfermo Me quedé con su agonía. Sembré bien y recogí Las plantas de la ironía. Qué más pretenden de mí, Si mi vida ya no es vida.
Te sientas en el piano Y acaricias sus teclas Y arrancas de su fondo Paraíso ideal. Y entre sombras profundas, Amándote en silencio, Sabiendo que no llegas, Igual te he de esperar.