Letras y Cuentos de mi Sangre: agosto 2009

domingo, 30 de agosto de 2009

Tus ojos

Ya había pensado en ti sin conocerte.
Me eclipsaron los destellos de tus ojos,
No miré tu belleza refulgente
Pero sí la bondad que había en su fondo.

Que el Señor los proteja en su pureza
Ofreciéndoles dicha y alegría.
Yo le rindo homenaje a su belleza,
Para ti y por tus ojos mi poesía.

Que florezcan las flores que tú quieras,
Que marchiten las flores que tú digas,
Que resurjan las flores que ya han muerto

Cuando sean tus ojos que las miran,
Mientras haya unos ojos cual los tuyos,
Ya lo dijo el poeta, habrá poesía.



20 de Setiembre de 1957

viernes, 28 de agosto de 2009

Regresas


Ya el tiempo de esperar
Es menos largo,
Ya la soledad
No es tan completa,
Ya falta poco
Para que llegue el sábado
Y entonces, vida,
Tú estarás de vuelta.
Yo sé que un día agitaré
Las alas convulsas de la vida;
Que todo se hará sombra,
Silencio en derredor;
Que habrá paz en mi espíritu
Ahora atormentado;
Que todo lo vivido,
Que todo lo pasado,
Quedará en el vacío,
Será un cuento olvidado.
Y alguien en ese día
Me llevará una flor.

3 de Noviembre de 1954

sábado, 15 de agosto de 2009

Cuento breve

Un señor mayor subió al colectivo. Era ciego.
Casi a media voz, en actitud respetuosa y humilde, atrajo en segundos la atención de los pasajeros.

-Yo no soy vendedor. No pretendo venderles nada. Tan sólo soy escritor… y abuelo. Quiero compartir con ustedes, si me lo permiten y es de su agrado, un cuento de mi autoría. Un cuento corto, sencillo. Porque mañana es el día del Abuelo, aunque muchos no lo recuerden. Gracias a todos por su atención. Que Dios los bendiga.

El cuento dice así:

La maestra de salita azul se planta frente a los chicos y pide silencio:
-Chicos, chicos, por favor, hagan silencio que quiero decirles algo muy importante. Hoy vamos a hablar del abuelo y cada uno de ustedes me va a decir qué es un abuelo. ¿Entendieron?
-¡¡¡Sí!!! –contestan todos a coro.
-Y… un abuelo es un abuelo –dice con seguridad un nene de adelante.
-Es un señor que, como no tiene hijos chiquitos, usa los de los demás –agrega otro.
Y así continúan uno a uno.
-Es un señor viejito que ni siquiera puede correr como nosotros.
-Es alguien que no nos dice “¡Apurate!”
-A veces es la voz del otro lado del teléfono que me dice “Hola, mi chiquito”.
-Es una persona que tiene todo el tiempo del mundo y sólo está ocupado cuando hace cosas conmigo.
-Un abuelo es una abuela pero hombre (risas)
-Es alguien viejito que no se puede ni agachar pero así y todo hace un esfuerzo enorme y se agacha para atarme las zapatillas.
-Es el que no le importa contarnos el mismo cuento muchas veces.
-Es el que cuando salimos a pasear con él, se detiene para enseñarnos cosas locas como bichitos raros o un ciempiés de muchos colores.
-Es alguien que todo el mundo tendría que tener.
Cuando todos terminaron, la maestra los mira con ternura y les dice:
-Tomen este papel y péguenlo en el cuaderno.
Allí decía: “Érase una vez un lobo bueno al que maltrataban todos los corderos. Y había también un príncipe malo, una bruja hermosa, un pirata honrado y además un abuelo sin dolores, con memoria y que podía correr. Todas esas cosas había una vez, cuando yo soñaba un mundo al revés”.

(El señor del colectivo… No sé su nombre)

martes, 11 de agosto de 2009

¿Por qué?



En vano he esperado la noche que pasara, amor,
Que me llamaras para decirme
Que desde hoy en adelante en mí se terminaban
Las horas en silencio que yo sin ti pasé.
¿Por qué? Yo me pregunto he de quererte tanto.
¿Por qué? Si en esta forma deberé sufrir,
No puedo ya quererte sin que me ahogue el llanto,
No puedo tan pendiente de ti, vida, vivir.
En vano he esperado anoche tu llamado,
Hoy debo resignarme a esta soledad.
Y así, cuando regreses de nuevo tú a mi lado,
Quizá no tenga fuerzas, mi amada, para amar.

29 de Octubre de 1954

viernes, 7 de agosto de 2009

Ven para aquí


Por qué si te quiero tanto,
Tanto tengo que sufrir.
Por qué mis noches son negras
Cuando no estás junto a mí.
Por qué sufro por quererte,
Dímelo, amor, dime, sí,
Que me enloquezco
Y la muerte viene en camino hacia mí.
Cómo he llegado a quererte,
Cuánto pienso, amada, en ti,
Cómo en mis noches te sueño
Y sufro mi amor por ti.
Sufro, amor, porque te quiero.
Te quiero en mi mundo, sí,
En el fondo de mí mismo
Yo lo soñé para ti,
Y soñé un mundo distinto,
Mi amor, ven tú para aquí.

11 de Abril de 1958

sábado, 1 de agosto de 2009

Todo debió ser así


Hubo tormentas en mi alma
Y yo te necesitaba.
Te llamé mucho en la noche
Pero tú no me escuchabas,
Pasó la noche sombría
Y así llegó la mañana,
Y quise escuchar tu voz
Para así encontrar la calma.
Y tu voz no contestó
Porque tú no te encontrabas.
Y yo seguí con la lucha
Que había dentro del alma
Porque ese es mi destino,
Aquello que no deseaba,
Un hijo que no me entiende
Y una mujer que no me ama.

5 de Setiembre de 1957