Ya había pensado en ti sin conocerte.
Me eclipsaron los destellos de tus ojos,
No miré tu belleza refulgente
Pero sí la bondad que había en su fondo.
Que el Señor los proteja en su pureza
Ofreciéndoles dicha y alegría.
Yo le rindo homenaje a su belleza,
Para ti y por tus ojos mi poesía.
Que florezcan las flores que tú quieras,
Que marchiten las flores que tú digas,
Que resurjan las flores que ya han muerto
Cuando sean tus ojos que las miran,
Mientras haya unos ojos cual los tuyos,
Ya lo dijo el poeta, habrá poesía.
20 de Setiembre de 1957
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