Cinco claveles blancos

Cinco claveles blancos que en la mañana
Recibes, vida mía, al despertar.
Son ellos mis claveles los que en tu alma
Pretendo siempre mantengan la dicha y la paz.

Cinco claveles blancos que simbolizan
La pureza y la dicha que tú me das.
En ellos todos tus actos te sintetizan,
En ellos te veo siempre cuando no estás.

Cinco claveles blancos que hasta ti llegan
Y en toda su pureza te han de explicar
El por qué tú me inspiras, por qué me ciegas,

Cómo no soy dichoso si tú no estás,
Cómo con tu pureza llegas a mi alma
Y cuánto y para siempre te he de adorar.

23 de Mayo de 1957

Sufriendo

Si es que nacen tus desaires
Porque sabes que sufriendo
Mi espíritu en cambio de ayes
Lanza al espacio mis versos;
Yo perdono tus desdenes,
Yo interpreto tus deseos,
Pero también te recuerdo
Que el corazón, cuando sufre,
Siempre guarda llagas adentro.

9 de Agosto de 1956

No me dejes

Imploras que no te quiera,
Que no me aferre yo a ti.
¡Como si tú me faltaras
Y yo pudiera vivir!

Conoces tú de mi vida
Lo que por vivir sufrí.
¿Puedes tú pensar ahora
Que puedo vivir sin ti?

Amor, sueño de mi vida,
Realidad de mi ilusión,
Alma que unida a la mía
Compensa los sinsabores
Que ayer la vida me dio.

5 de Abril de 1957

Niña mía

Anoche estuve contigo, comprobé dónde dormías,
Vi las cosas de tu cuarto, tus muebles, sillones, sillas,
Y vi también tus juguetes, tus juguetes de niña mía.
Niña de mi corazón, imagen de mi alegría,
Sueño rosa de mi espíritu, sol que me alumbras la vida,
Cómo he llegado a quererte, cómo el amor resucita,
Cómo quitaste a la muerte mi corazón que hoy palpita.
Luego, anoche, quedé solo, cuánto he sufrido, mi vida,
Cómo te pensé mil veces y sangraron mis heridas
Y es que no dudo de ti, puedes estar bien tranquila,
Que sólo dudo y le temo las jugadas a la vida.

15 de Julio de 1957

Fuiste tú

Tú fuiste quien rompiera las cuerdas de mi lira,
Tú fuiste quien matara en mí toda ilusión,
Tú fuiste la primera después que, dolorida,
Sobre el cadáver mío arrojara una flor.

31 de Julio de 1957

Soneto

No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.

Pena y soledad

Mi pena en la soledad
Como un monstruo se presenta,
Ruego a Dios que en su bondad
Siempre alimente mis fuerzas.

Pena que no tiene cura,
Pena que nunca se irá,
Pena por mi niño enfermo
Que conmigo morirá.

Soledad aterradora,
Quién la pudiera llenar
Con rayos claros de luna
O de noche oscuridad,
Mas lo que sólo ambiciono
Es llenar mi soledad.

2 de Octubre de 1955

Y veo... y vuelo

Y me acuerdo de aquél día
en que decías:
"Si pudieras ser
un pájaro ¿Qué harías...?"

Fue una tarde de sol.
Te fui a buscar, te esperé y viniste a mí con tu sonrisa encantadora y esa mirada que me enamoró desde la primera vez. Nos amamos. Fue maravilloso, como siempre, como cada vez que me abandono en tus brazos y soy tuya en cuerpo y alma.
Y cantamos juntos… Adoro que me cantes al oído, adoro tu voz…
Te amo

Esta noche

Esta noche por tu culpa
Yo he vagado por las calles,
Procurándome un consuelo
Para ahogar mi soledad.
Tú te ríes de mis penas,
Dejas el tiempo que corra
Y algún día, estoy seguro,
Con dolor te acordarás.

27 de Agosto de 1956

Mi alegría

¿No llega acaso hasta el alma la poesía?
¿No alegra el espíritu acaso la ilusión?
Tú así llegaste a alegrar mi vida
Porque eres poesía, música, ilusión.


15 de Marzo de 1950

Perdóname si acaso...

Perdóname si acaso presientes mi delirio,
Indúltame si a veces presumes mi dolor.
Mi vida ha sido siempre perpetuo cataclismo
Y temo las sombras porque deseo tu amor.
¡Oh! Sueño de mis sueños. ¡Oh! Ángel venturoso,
Si tú pudieras verme no estando junto a ti
Con qué dolor transito el mundo populoso,
Seguro que vendrías para hacerme feliz.
Perdóname si a veces te daño sin quererlo,
Comprende mi locura, locura de amor.
No puedo, es imposible, por más que lo pretendo,
Vivir un solo instante de dicha sin dolor.
No puedo ya arrancarte de mí ni un solo instante.
Si duermo, te presiento acurrucada en mí.
Si vago por las calles estás de mí delante
Como única estrella, allá en mi porvenir.
Perdóname si acaso presientes mi delirio,
Indúltame si a veces consigo tu dolor.
Deseo, necesito estar siempre contigo,
Mujer que me inspirara éste tan grande amor.

29 de Julio de 1957

La voz

Cuando salí de mi casa esta mañana temprano
El suelo me pareció cubierto por blanco manto;
Pensé en ti, en lo que harías, seguí triste caminando
Y misteriosa una voz escuché que dijo algo.
Cumplí seguido el deseo de la voz que me ordenaba,
Fue escucharte y ser feliz; te dije que te esperaba
Y cuando dijiste “sí, amor”, si antes te adoraba
Hoy fuiste luz de mi vida en esa mañana blanca.
Luego te vi y te besé, sí, besé tu límpida frente.
Qué hermosa dicha se siente besándolo al ser amado,
Mi alma me había abandonado y en ese mismo momento
Volvió a unirse con mi cuerpo, amor,
Gracias a ti me he salvado.

1º de Agosto de 1957

Carta a una amiga

El no tener un por qué en la vida, amiga, el carecer de una meta fija de llegada, el vivir sin aferrarse al amor de un hijo y de un marido, es origen a veces de abandono de sí mismo e inevitable padecimiento de desorientación espiritual.
Cuando escribas este libro, cuando plantes un árbol y cuando tengas un hijo, podrás pensar que has cumplido vuestra misión en la tierra. Hasta entonces sólo puedes pensar que has sido un parásito, puesto que no quedará de ti más que un recuerdo que se esfumará poco después que tu figura.
Esa, amiga, no es nuestra misión. Nuestra misión puede cumplirse con poco ya que sólo basta para ello pensar con un poco de criterio y dejar de lado principios estériles e ineficaces, orígenes siempre de sueños fantasiosos y, como tales, irrealizables.
Tomar como ejemplo la vida de una mariposa es, como ella, aventurarse a quemarse las alas a poco de haber comenzado el vuelo. Luego, nuestra misión en la vida no es esa.
¿Te detuviste alguna vez a pensar qué es la vida, el por qué existimos, el por qué de las perfecciones e imperfecciones humanas y naturales? ¿Has observado alguna vez que todo por imperfecto que parezca, que todo por innecesario que se nos antoje tiene un por qué, una misión, un fin?
Tú eres inteligente y eres buena y en el fondo de ti, amiga, hay un algo que quizá nunca lograste descubrir, tal vez por haber querido vivir la vida demasiado deprisa, demasiado a tus caprichos, sin darle importancia a las cosas, como si ellas carecieran de valor o su valor careciera de importancia.
Pero un día, quizá un día te encuentres sola. La vida se habrá encargado de sazonarte con amarguras y decepciones y tú entreabrirás tus manos con lentitud y, al verlas, las encontrarás vacías y recordarás entonces el libro no escrito, el árbol no plantado y el hijo no gestado dentro de ti, y querrás hacerlo. Pero puede entonces ya ser tarde. La vida, la propia vida siembra dentro de nosotros con sus decepciones, con su desorientación y con su soledad, semillas que producen frutos de comodidad, de apatía y de escepticismo que nos malogran quizá para siempre.
Tú, aún estás a tiempo, amiga.

Me preguntas qué es para mí la Mujer

A mi primo Héctor Perez con todo cariño

La pregunta fue profunda, difícil de responder,
Pues pienso que hay que andar mucho para poder comprender
El real significado de la palabra “Mujer”,
No viéndola como madre, como esposa, como novia
O cual fuente de placer.
¿Por qué nació la pregunta?
Confieso que no lo sé
Pues fueron labios muy jóvenes los que quisieron saber
Un concepto tan profundo, tan humano como es
Desear conocer el símbolo de la palabra Mujer.
Quedó en mi mente grabada esa pregunta que ayer
Tan sutilmente me hiciste y que pude responder,
Porque la vida me ha dado humanismo por doquier
Que me permite vivirla, tratando de comprender,
Quizá con otro criterio, sin profundizar tal vez,
Con mucho más de egoísmo, con otra forma de ser,
Tomaría en los análisis otra manera de ver
En forma tal que no habría pensado como pensé.
No sé si antes de escucharme el concepto que brindé
Era tu propio concepto, mas bien creería que
No esperabas la respuesta tal cual yo te la entregué.
Porque la vida nos da experiencia con los años al correr.
Esa imagen que buscabas como yo la pude ver
Es, y no tengo dudas, el más delicado ser
Que puso Dios en la tierra y le llamara Mujer,
Porque es fuente que origina, causa de lucha, y por qué
Con la flor más delicada recuerdo la comparé,
Por la tersura que lleva la suavidad de su piel
Que cual pétalos de rosas delicadas por doquier
Son la belleza y perfume, tan propios de la mujer.
Nace así, tan delicada como el pimpollo al nacer
Que si de pequeño tiene quien vele y cuide de él
Ha de transformarse en rosa, rosa blanca, rosa te,
O quizá una rosa roja que al verle brinde placer.
Pero a veces esa pureza que nacer para crecer
Es destruida por el hombre que, egoísta e insaciable,
Con su inagotable sed,
Corta una rosa y la tira por sólo gusto y placer
Como también muchas veces destroza al más bello ser.
Esa es la ley de la vida, injusta o justa, no sé,
A veces uno siembra la semilla, espera el fruto y después
El egoísmo, el destino, nunca se sabe el por qué,
Te deja solo y vacío para empezar otra vez.

21 de Febrero de 1972

Cansancio de vida

A veces en el camino tuve cansancio de vida,
Fue grande mi soledad, era profunda la herida
Y me encontraba tan solo que dejaba que sangrara,
Sin encontrar voluntad en mi alma dolorida.

Pasaron a mi alrededor figuras indefinidas,
Ángeles que me hablaron con voces desconocidas,
Diablillos que me cantaron coplas ya muy conocidas,
Unas por no interpretadas y otras por ya muy sabidas,
Siempre me encontraba solo en el medio de la vida.

Pero aquello terminó, tengo hoy fuerzas y alegría,
Tengo muchos sueños rosas, tengo en mis manos la vida,
Llegó a mí lo que esperaba, la ilusión que no tenía,
Nada ya más de cansancio, hoy tengo un por qué de vida.

19 de Julio e 1957

A mi lado, tú

Gris la mañana
Como mis cabellos grises,
Frío el aire
Como helado mi espíritu está.
Solo yo aquí
Pero a mi lado tú,
Que eres quien me inspira
Y quien al lado mío
Por siempre estará.

25 de Mayo de 1955

Tú, mi sueño

Qué no daría por estar contigo
En la casa de campo que soñé para ti,
Allá, junto al arroyo, calandrias y jilgueros
Llevarán sus cantos cuando despunte el sol.
Y tú, alma de mi alma, al entreabrir los ojos
Darás todos los días las gracias al Señor.
Y luego, cuando asomes tu tez dorada al viento,
Un perfume de flores tal vez respirarás,
Y entonces, vida mía, correrás a mi encuentro
Y de mi cuello con fuerzas quizá te colgarás.
¡Oh! Si pudiera, vida, llevarte a mi casita,
A esa casita blanca que soñé para ti,
Cómo sería distinto el mundo en que vivimos,
Cómo sería distinta mi vida junto a ti.

28 de Octubre de 1954

Desorden

A veces nos invade, sin motivo aparente, la desesperación.
Sentimos que nos pesa un algo que nos vence,
Que todos los caminos se cierran de repente
Y que quedamos solos sin fuerza y sin valor.

Qué hacer cuando contrarias corrientes nos presentan
Batallas en la vida de aspecto desigual.
Qué hacer si estamos solos, si nada nos orienta,
Si nadie nos escucha ni nos va a consolar.

Desorden que produce la mente incontrolada
Que está en la soledad.
Desorden que se forma por algo insatisfecho,
Por algo que no llega y que debió llegar.

Desorden que vencemos con grande sacrificio,
Amiga, si ponemos en esa cruenta lucha
Amor, fe, esperanza y grande voluntad.

07 de Julio de 1957

Un pedazo de amor

Debimos separarnos porque el Destino quiso,
Quizá al morir tu amor no murió en el mío
Pero ninguno de los dos ha de olvidarse
Aquello que soñamos y vivimos.
Fuiste la luz que iluminó mi vida.
Yo he sido el fuego que calentó tu cuerpo,
Destellos ambos que juntos nos llevarán
Al páramo feliz de nuestro templo.
Hoy el templo cayó, se ha derrumbado,
Quedó un pasado cubierto de recuerdos,
La estrella que en el Cielo nos unía
Y un enorme montón de sueños muertos.
No te guardo rencor por lo pasado,
No me guardes rencor por cómo he sido,
Porque aún podemos encontrar allá en el Cielo
El pedazo de amor que no vivimos.

Noviembre de 1968

Sueños y deseos

Cuántas noches he vagado
Escondido entre sus sombras.
Cuántas noches te he soñado
Clara y pura como el sol.
Cuántas noches te he encontrado
En la candidez profunda
De los perfumados pétalos
De la bella flor de azahar.
En el agua cristalina
Del arroyo que se aleja
He encontrado tu sonrisa
Exclusiva para mí.
He vivido los recuerdos
Más bonitos de lo nuestro,
Buscando que en el futuro
El pensarte sea feliz.


Agosto de 1968