
Están llenos de sorpresas, de lágrimas o alegrías,
De espinas, piedras o flores que muchas veces alegran.
Así fue que en el camino, en medio de sombras negras,
Apareció tu figura, frágil, sonriente, serena
Como el bello despertar de un sueño lleno de penas.
Feliz del hombre que pueda cobijarse dentro de ella.
La luna llena de oro, más hermosa que una perla,
Iluminará el camino y quizá halle en la huella
Una amiga como tú, con tu sonrisa perfecta,
Que en medio de su dulzura haga olvidar mi pena.
7 de noviembre de 1971
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