
Llegué a tu vida para aliviar tus penas
Y de tus llantos las lágrimas secar,
Cuando tú ya no sufras, cuando yo lo vea,
Cuando tú lo digas, me habré de marchar.
“No quiero un instante si no me precisas
Estar a tu lado, no lo quiero estar.
Sería doloroso
Que habiendo llegando bien intencionada
Yo te hiciera un mal”.
Así me habló Ella, la virgen más virgen
Que en la tierra vi,
La mujer más pura, la novia más casta,
La hija más buena que yo conocí.
Y de tus llantos las lágrimas secar,
Cuando tú ya no sufras, cuando yo lo vea,
Cuando tú lo digas, me habré de marchar.
“No quiero un instante si no me precisas
Estar a tu lado, no lo quiero estar.
Sería doloroso
Que habiendo llegando bien intencionada
Yo te hiciera un mal”.
Así me habló Ella, la virgen más virgen
Que en la tierra vi,
La mujer más pura, la novia más casta,
La hija más buena que yo conocí.
15 de Marzo de 1950
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