
Tengo envidia del viento porque puede
Brindarte a su antojo sus caricias,
Tengo odio del sol porque te besa
La suave piel que un día fuera mía.
Siento celos del agua porque juega
Como jugara yo contigo un día
Y mezclándose en medio de tu pelo,
En tus carnes rosadas se desliza.
Quiero ser el perfume que tú usas,
Lápiz de labios que tu boca pinta,
El esmalte que pones en tus uñas
Y el género sutil que te perfila.
Tengo envidia del mar que con sus olas
Jugando con él, te arrastra y tira.
De la arena que pisas, de las piedras
Que aún lastimando te acarician.
Siento odio de todo el que te mira
Pues puede acariciarse con la vista.
Tengo celos del que puede murmurarte
Cualquier palabra, cálida o fría.
Brindarte a su antojo sus caricias,
Tengo odio del sol porque te besa
La suave piel que un día fuera mía.
Siento celos del agua porque juega
Como jugara yo contigo un día
Y mezclándose en medio de tu pelo,
En tus carnes rosadas se desliza.
Quiero ser el perfume que tú usas,
Lápiz de labios que tu boca pinta,
El esmalte que pones en tus uñas
Y el género sutil que te perfila.
Tengo envidia del mar que con sus olas
Jugando con él, te arrastra y tira.
De la arena que pisas, de las piedras
Que aún lastimando te acarician.
Siento odio de todo el que te mira
Pues puede acariciarse con la vista.
Tengo celos del que puede murmurarte
Cualquier palabra, cálida o fría.
24 de enero de 1972
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