
Porque aunque el tiempo transcurra has de estar en mi camino,
Porque aunque otra te reemplace siempre estarás dentro mío,
Son mis noches angustiosas, son mis noches de martirio,
Porque al final y por siempre serás Madre de mis hijos.
Porque es difícil la vida y cruel a veces el destino,
Porque quizá muchas veces el culpable es uno mismo,
Son largas y tristes las horas y van llenas de suspiros,
Porque somos forjadores de nuestro propio camino.
Porque aunque logre olvidarte perdiéndome en lo infinito,
Estarás siempre prendida en el fondo de mi espíritu.
Porque aunque otra te reemplace siempre estarás dentro mío,
Son mis noches angustiosas, son mis noches de martirio,
Porque al final y por siempre serás Madre de mis hijos.
Porque es difícil la vida y cruel a veces el destino,
Porque quizá muchas veces el culpable es uno mismo,
Son largas y tristes las horas y van llenas de suspiros,
Porque somos forjadores de nuestro propio camino.
Porque aunque logre olvidarte perdiéndome en lo infinito,
Estarás siempre prendida en el fondo de mi espíritu.
27 de Febrero de 1972
No hay comentarios:
Publicar un comentario