
Déjame, amor, te lo suplico,
Quiero ver esos ojos tuyos tan divinos
Para que luego alumbren el camino
Hasta el momento del postrer adiós.
Quiero ver esos ojos tuyos tan divinos
Para que luego alumbren el camino
Hasta el momento del postrer adiós.
10 de junio de 1950
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