El árbol caído

Si al ver el árbol caído
Miraste sus ramas rotas,
Y viste sus flores mustias,
Tocaste sus secas hojas,
Pero no te detuviste
A ayudarlo en su derrota.
¿Qué puedo de ti esperar?
Sabiendo que en ti no asoma
Un deseo de ayuda…
Si viendo al árbol caído
Lo dejaste desangrar,
Después que te dio su sombra.

17 de Setiembre de 1957

Déjame

Déjame, amor, te lo suplico,
Quiero ver esos ojos tuyos tan divinos
Para que luego alumbren el camino
Hasta el momento del postrer adiós.

10 de junio de 1950

Como siempre

Como todas las noches
He soñado contigo,
Como todos los días
Hoy te he vuelto a desear,
Como todas las horas
En que siempre te admiro
Estás junto a mi alma
Y por la eternidad.

13 de Octubre de 1955

Silencio, paz y una flor

Yo sé que un día agitaré
Las alas convulsas de la vida;
Que todo se hará sombra,
Silencio en derredor;
Que habrá paz en mi espíritu
Ahora atormentado;
Que todo lo vivido,
Que todo lo pasado,
Quedará en el vacío,
Será un cuento olvidado.
Y alguien en ese día
Me llevará una flor.

2 de Noviembre de 1954

Será que...

Será que estás tan lejos que te extraño cada día un poco más…
Te amo,

M.

Adiós, Elena mía

Tú vives en un mundo que no es el mundo mío.
Yo sueño con los sueños que no soñaste tú.
Eres feliz acaso en donde yo me hastío.
Elena, para siempre pronunciaré mi adiós.
Es triste, es muy terrible sentirse muerto en vida
Pero yo debo hacerlo para bien de los dos
Y así, no ya existiendo, tú misma lo quisiste.
Adiós, Elena mía, ya para siempre adiós.
Quizá algún día resurja allá en tu pensamiento
Y comprendas entonces lo mucho que sufrí,
Pero hoy es necesario poner término a esto,
A nada nos conduce, pongámosle fin.
Adiós, en mi recuerdo quedarás aferrada
Como una estrella errante que el cielo se llevó.

24 de Agosto de 1957

Señora

Viviste a mi lado lo que dura un suspiro.
Duraste a mi vera tal vez menos que un lirio.
Quizá lo que no sepas es que habiéndome herido,
Cual brote de una planta, a mí te hubiste unido.
Y así, sin tú quererlo, destruiste mi camino.
Y así, sin tú pensarlo, me arrojas al abismo.
Y así, sin meditarlo, me vez enfermo y frío.
Y así, cual broche de oro, me clavas tu cuchillo.
Llegaste a mi lado cual hada salvadora.
Cuando te di mis penas, con gracia encantadora,
Dijiste que eras grande y que a grande señora
Pequeño resultábale problema de esa hora.
Y te escuché en tus gracias y te vi encantadora,
Y te soñé mil veces mi reina y mi señora,
Y te entregué mi alma, mi alma soñadora
Para que la destruyas, ¡oh! mi grande señora.
Yo he de seguir mi vida y la vida me ahoga,
Y he de seguir luchando con la pena aún más honda,
Y buscaré a mi niño y lloraré en la sombra
La pena que me causas, la pena que lloras.
Yo he de seguir la vida ya con mis alas rotas,
Se apagó para siempre la estrella de mi aurora.
Quiera Dios que tú goces la vida que te toca
Y las lágrimas mías te sirvan de corona.

30 de Julio de 1957

Musa

Tu nombre así en mis labios se hizo súplica…
Yo vago por las calles sin saber el por qué.
Unido a tu recuerdo tu imagen que ya es única,
Me reconforta y puedo contarte mi querer.
Te he buscado en la noche porque era imprescindible
A mi alocado espíritu ponerlo junto a ti,
Y vana fue la espera, tan larga, tan terrible,
Que borracho de pena en mi dolor te vi.
Llegaste a mi lado cual si fueras un hada,
Cubierta por el velo de la ilusión aquél,
Y luego que colmaste mi sed desesperada,
Conmigo caminaste por el jardín en flor.
Mas luego, caprichosa, la luna entre las nubes
Su metálico rayo logró guiar hasta mí,
Y comprobé con pena que tú no me seguías,
Que estaba solo y triste, pero pensando en ti.

27 de Agosto de 1956

Gracia y belleza

Yo quisiera adivinar
Cómo hiciste para unir
Tu gracia con tu belleza;
No lo puedo imaginar.
Por lo general la flor,
Que hermosa y suave se expresa,
Nos deja siempre por dar
De sus perfumes, la esencia.

4 de Octubre de 1957

Noche negra

Es la mitad de la noche, de esta noche que es muy negra.
Y una música que llega suave, ahonda por más aún mi pena.
Y te pienso… y te acaricio y te llamo y tú no llegas.
¿Qué harás tú en esta noche, que es tan oscura y tan negra?
Mis pensamientos son tuyos, eres en mi vida estrella,
Eres luz en mis tinieblas y en mi sed el agua fresca.
Y te pienso y te pienso en esta noche y en todas las noches negras.
Y tú, amor, en qué estás pensando que así dejas que me muera.

4 de Marzo de 1958

Cuando sean tus manos

Cuando sean tus manos,
Tus manos que hoy arrancan
Arpegios en el piano,
Las mismas que un mañana
Arranquen en mi alma
Un poema de amor.
Cuando sean tus manos,
Las mismas que he deseado,
Las únicas que curen
Mis llagas de dolor.
Cuando sean tus manos
Tan sólo de tu piano,
Tan sólo de mi amor,
Creeré en cosas hermosas,
Tendré sueños divinos
Y he de rogar a Dios.

19 de Febrero de 1958