
Oh acordes musicales que llegan a mi alma
Y pobre, la entristecen hasta hacerla llorar.
Mi vida la comparo a la mar que estando en calma
Encierra bajo de ella la gran profundidad.
Misterio impenetrable que rige los destinos
Y que nos hace de ellos esclavos del andar.
Quién pudiera desviarlos de sus propios caminos
Para encontrar entonces la gran felicidad.
Y pobre, la entristecen hasta hacerla llorar.
Mi vida la comparo a la mar que estando en calma
Encierra bajo de ella la gran profundidad.
Misterio impenetrable que rige los destinos
Y que nos hace de ellos esclavos del andar.
Quién pudiera desviarlos de sus propios caminos
Para encontrar entonces la gran felicidad.
16 de Febrero de 1957
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