
Y luego, si tú vieras a ese hombre
En fiera convertida al hombre revelarse,
Serías tú el primero en gritarle al hombre:
A ese Hombre atajen,
Que ha robado al hombre,
Que al hombre ha matado,
No dejen que escape.
Pero olvidarías que a veces,
Tan sólo la vida es culpable,
Su irónica mueca,
Perseguirle siempre y así transformarlo,
Y pasando a su lado, el hombre le ha visto,
Pero indiferente siguió caminando.
En fiera convertida al hombre revelarse,
Serías tú el primero en gritarle al hombre:
A ese Hombre atajen,
Que ha robado al hombre,
Que al hombre ha matado,
No dejen que escape.
Pero olvidarías que a veces,
Tan sólo la vida es culpable,
Su irónica mueca,
Perseguirle siempre y así transformarlo,
Y pasando a su lado, el hombre le ha visto,
Pero indiferente siguió caminando.
06 de Mayo de 1950
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