
Ante tu cruz, de rodillas implorando,
Te pido, Jesucristo, que me ayudes.
Mi mente ya no aguanta este calvario
Y mi vida es acaso la locura.
Estoy desorientado, nada me alienta,
Mis noches son desvelos permanentes,
Los días son cansancio que me agotan,
Sólo quiero la muerte.
Me pusiste a prueba muchas veces,
Fui cobarde o valiente, has de juzgarme,
Pero quiero el Cielo o el Infierno,
Que cualquiera de los dos me aguarde.
Vengo a Ti a implorarte que me ayudes,
Ya no tengo más fuerzas,
No me interesa la vida ni la muerte,
Todo tiene un final y el mío es éste.
Si es cobarde abandonar el mundo,
Yo soy cobarde.
Te pido me comprendas y perdones,
Pero sé que mañana será tarde.
Te pido, Jesucristo, que me ayudes.
Mi mente ya no aguanta este calvario
Y mi vida es acaso la locura.
Estoy desorientado, nada me alienta,
Mis noches son desvelos permanentes,
Los días son cansancio que me agotan,
Sólo quiero la muerte.
Me pusiste a prueba muchas veces,
Fui cobarde o valiente, has de juzgarme,
Pero quiero el Cielo o el Infierno,
Que cualquiera de los dos me aguarde.
Vengo a Ti a implorarte que me ayudes,
Ya no tengo más fuerzas,
No me interesa la vida ni la muerte,
Todo tiene un final y el mío es éste.
Si es cobarde abandonar el mundo,
Yo soy cobarde.
Te pido me comprendas y perdones,
Pero sé que mañana será tarde.
Marzo de 1972
No hay comentarios:
Publicar un comentario