
Qué dolor tan inmenso al separarte.
Lloré solo en la calle la desdicha
De no haber podido acompañarte.
Quizá en este momento tú ya partas
De esta tierra bendita en que te amo,
Que sea feliz tu viaje de partida
Y muy pronto tu regreso que reclamo.
¡Oh, Señor! Tú que sabes cuánto sufro,
Aparta de su camino las maldades
Y déjala vivir sin sombra alguna,
Precisando el amarme y el que le ame.